Crema de coliflor y calabacín al curry

Hay que aprovechar la verduras de temporada, porque es cuando mejor sabor tienen y también mejor precio.

Ahora mismo la coliflor es una de ellas, además del puerro. 

Con estas dos podríamos preparar una crema estupenda, pero para suavizar un poco tanto la textura como el sabor, le vamos a añadir un calabacín.

Se puede tomar tal cual, pero para aromatizar le podemos echar un poco de curry que además de darle un sabor y color estupendo le añade una buena cantidad de propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y digestivas.

Aunque no te guste la coliflor y sea la verdura de tus pesadillas, hazme caso y prueba esta receta, te sorprenderá su sabor y dejarás de odiarla. Te lo garantizo.
Preparación: 15 minutos y 30 de cocción

Ingredientes: para unas 6 raciones

1/2 coliflor

1 calabacín

1 puerro grande

sal 

3 cucharadas de aceite de oliva virgen

1 cucharadita de curry en polvo

agua
(se le puede añadir también una patata si os apetece)

• Limpia bien el puerro de la posible tierra que pueda tener y trocéalo. Para limpiarlo corta la parte más verde (pero no la tires) y corta en forma de cruz la parte final, justo donde acabas de quitar lo verde, luego ponlo bajo el grifo para que el agua arrastre cualquier arenilla que pueda tener.
• Pela el calabacín.
• Trocea la coliflor en ramilletes, y el tronco en láminas no muy gruesas. De esta manera se cocinará mas rápido.

• En una cazuela amplia pon el aceite y cuando esté algo caliente echa el puerro. 
• Déjalo pochar durante unos 2 o 3 minutos y añade el resto de las verduras, dale unas vueltas y agrégale el curry, la sal y el agua hasta cubrirlas.

• Deja cocer hasta que esté todo tierno, si los trozos no son muy grandes en 25 o 30 minutos estará listo. Pásalo por la batidora hasta que consigas una crema fina.  
• Sirve bien caliente acompañada de un poco de cebolla frita, con unos picatostes o simplemente con un poco de curry espolvoreado por encima o un chorrito de aceite de oliva virgen.

Nota: la parte verde del puerro, lávalo bien y mételo en el congelador, te vendrá muy bien para hacer un caldo en cualquier otro momento. 

Si le añades patata a esta crema recuerda que la patata espesa su textura por lo que deberás ajustar luego la cantidad de agua en función de cómo te gusten las cremas, más espesas o más ligeras.