Bizcocho de limoncello (no apto para menores)

Algunas veces tenemos botellas de licores en la despensa, que se van quedando ahí, sin que las hagamos demasiado caso. Unas porque no encontramos el momento adecuado para beberlas, otras porque nos olvidamos de que están .
Eso me ha pasado con una botella de limoncello. Este licor con intenso sabor a limón, típico de Italia y bien cargado de azúcar, ha sido la excusa perfecta para hacer un bizcocho. Cómo no, con lo que me gustan.
He utilizado varias recetas, pero al final las he transformado a mi gusto y el resultado final es este.
Preparación: 50 minutos
Ingredientes:
Para el bizcocho:
2 huevos medianos
1 yogur natural
200 gr de azúcar
220 gr de harina
1/2 sobre de levadura (aproximadamente 8 gramos)
60 ml de aceite de girasol
1 cta de extracto de vainilla
1 pizca de sal
3 cucharadas de limoncello
Para el glaseado
50 gr de azúcar glas (molido)
3  o 4 cucharadas de limoncello
ralladura de limón
  • El proceso para la elaboración es el de siempre.
  • Calentamos el horno a 175º, mientras batimos los huevos con la sal y el azúcar hasta que estén blanquecinos y bien espumosos.
  • Añadimos el extracto de vainilla, el yogur, el limoncello y el aceite, hasta que este bien mezclado.
  • Tamizamos la harina junto con la levadura y se la vamos echando en un par de tandas a la mezcla anterior. Pero sin batir en exceso, lo justo para que quede mezclado.
  • Ponemos toda la mezcla en un molde de plum cake, por ejemplo, una vez que lo tenemos untado con un poco de mantequilla. (Yo últimamente utilizo spray desmoldante, es muy cómodo de usar y da muy buen resultado)
  • Dejamos hacer durante unos 35 o 40 minutos, dependerá de cada horno. Ya sabéis que la prueba de pinchar un palillo y que salga limpio sin masa pegada, es lo mejor manera de saber que está cocinado y listo para sacar. 
  • Lo sacamos de su molde, después de esperar unos 5 minutos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
  • Mientras mezclamos el azúcar molido con el limoncello restante, hasta conseguir una pasta no demasiado líquida, que nos va a servir para glasear el bizcocho y conseguir un acabado bonito y sabroso.
  • Por último espolvorear un poco de la ralladura de limón por encima del glaseado.

Si el glaseado lo hacemos con zumo de limón, será un bizcocho apto para menores, pero pierde parte de su atractivo sabor a limoncello. Yo os recomendaría que en el caso de que haya niños, hagáis dos bizcochos uno de chocolate para ellos, y uno de limoncello para vosotros y que no os privéis del estupendo sabor de este bizcocho, que acompañado del café después de una buena comida os va a saber de maravilla.
El aspecto es el de un bizcocho normal, pero el sabor..... es fantástico. Este no duro ni un asalto, y me pidieron que prepare otro lo antes posible, jajaja.

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