Pimientos rellenos de carne

Aunque conozco a alguien que dice lo contrario, los pimientos rellenos son un plato realmente fácil de hacer. Lo que no puedo negar es que llevan más tiempo de preparación que otras comidas. Sin duda es más rápido hacerse un filete a la plancha y una ensalada que unos pimientos rellenos. Pero si este fuese motivo para no comerlos, nos perderíamos muchos placeres gastronómicos. Y la verdad, yo por ahora no estoy dispuesta.
Y aunque reconozco que prefiero comerme un plato de vainas aliñadas o un plato de brócoli, que unos pimientos rellenos, (ya os he contado mi afición por lo verde), me encanta ver como los demás los disfrutan con tanto gusto. 
Así que de vez en cuando aparecen por  nuestra mesa estos pequeños personajes culinarios para hacer las delicias de los comensales.
Los pimientos se pueden rellenar de casi todo, carne, pescado, verduras, cremas de queso.....
En esta ocasión son rellenos de carne simplemente rebozados, porque también se les puede preparar una buena salsa verde y hacer un plato redondo.
Ingredientes (para dos botes de pimientos)
700 gr de carne picada (preferiblemente mezcla de ternera y cerdo)
2 cuchadas soperas no muy llenas de harina
4 cucharadas de aceite de oliva
1 vaso de leche (250 ml)
sal y pimienta
2 botes de pimientos del piquillo
1 cebolleta fresca
  • En primer lugar cortamos la cebolleta muy fina y la pochamos en una sartén amplia.
  • Cuando esté lisa la cebolleta le toca el turno a la carne que va encima de la cebolleta pochada en la misma sartén.
  • Dejamos que se cocine a fuego fuerte, dando vueltas para que se haga toda por igual.
  • Retiramos a un lado de la sartén la carne una vez hecha y añadimos las dos cucharadas de harina, les damos una vuelta y mezclamos con toda la carne.
  • Vamos añadiendo la leche en varias veces, para controlar la textura y revolvemos bien para que se amalgame y formen con la carne un conjunto cremoso. 
  • Tiene que ser cremoso, pero no liquido ni demasiado espeso, si no cuando comamos el pimiento estará muy tieso y no es agradable al paladar. Así que si fuera necesario un poco más de leche se le puede añadir.
  •  Ya tenemos listo lo más importante. Ahora lo dejamos enfriar un poco antes de empezar a rellenarlo. (Esta es un poco la textura que queda)
  •  Sacamos los pimientos del bote y los colocamos en un plato. Nos sentamos tranquilamente delante de la mesa de la cocina con los pimientos la sartén, un plato vacío donde ir colocando los que vamos rellenando y un buen trozo de papel de cocina, porque nos vamos a manchar un poco las manos.
  • Vamos cogiendo cada uno de los pimientos y les vamos a dar de comer como si fuera un niño con una cucharilla de café. Lo bueno es que estos comen bien y no protestan. 
  • Iremos presionando un poco con la cuchara para que el relleno llegue al fondo del pimiento y los llenaremos los suficiente como para que llegue hasta arriba pero que no se desborde. La mejor manera es colocarlos en el hueco de la mano izquierda al formar con ella una especie de cono entre el dedo pulgar y los otros cuatro.
  • Una vez que tenemos todos rellenos, los pasaremos por harina y luego por huevo y derechitos a la sartén donde tendremos preparado aceite caliente, pero no en exceso que si no se nos queman.

  • Les iremos dando vueltas hasta que estén listos por todos los lados y de ahí los pasamos a un plato con papel de cocina y eliminar así el exceso de aceite.
  • Y se acabo, Ahora toca comérselos toditos, con un pan rico y por supuesto una buena ensalada, que no falte nunca en vuestra mesa.

 Mirad que fuente mas buena. No quedo ni uno.

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