Tomate a troche y moche (Salmorejo, tumaca y en salsa)


Cuando llega el verano, y las huertas están preciosas, empiezo a pensar en los tomates.
¿Cuando llegarán esos tomates madurados en la rama, de color rojo vibrante y sabor lleno de matices?. Unos más dulces otros mas ácidos, y parece que no llega nunca el momento de que estén en su punto. 
Paseo por los caminos que dan a las huertas y los veo, ahí, grandes y hermosos, pero aún verdes.
Y un día de repente, llegan a casa regalo de unos maravillosos amigos. Preciosos, colorados, aromáticos, brillantes. Y la cocina se inunda de color, pero claro, os preguntaréis ¿que haces con tantos tomates de repente? 
Muchos esperarán en el frigorífico para terminar en la ensalada, pero  otros no pueden esperar. Están ya maduros y en un par de días no se podrán poner aliñados. 
Así que manos a la obra, en un ratito, tres versiones tomateras. Y cada una de una punta del país.

Tumaca, Tomate para
  
El tomate fresco triturado para tomar en el desayuno, es un manjar que es difícil de comparar,  incluso con un buen bizcocho, que ya es mucho decir.
El pan tostado con este tomate te deja como nuevo para luego rendir al 100 %.
Tan solo necesitamos alguno de estos tomates, 4 por ejemplo
sal y aceite
(en mi casa además le echamos una pizquita de orégano, porque nos gusta mucho el sabor campero)
Yo preparo la versión exprés, y os aseguro que queda estupenda.
  • Pelamos los tomates y los metemos en la picadora troceados.
  • Apretamos el botón y en cuanto estén todos los trozos picados paramos este artilugio.
  • Añadimos unas 4 o 5 cucharadas de aceite y sal al gusto y removemos  con una cuchara hasta que quede integrado.
  • Si queréis probarlo con orégano añadidlo.
  • Ahora solo falta tostar un poco de pan y poner sobre él una capita de esta maravilla colorada.
Nosotros para desayunar lo tomamos tal cual, pero si lo utilizáis para merendar, almorzar o cenar, que no falte un poco de jamón, para acompañarlo, o salchichón o una tortilla francesa o lo que se os ocurra. 
Si preferís la versión tradicional, hay que cortar el tomate a la mitad y rallarlo hasta llegar a la piel. Pero sinceramente, me parece que no merece la pena trabajar tanto. Aunque sobre gustos no hay nada escrito. Yo me llevo un poco mal con el rallador, no se porque siempre acabo rallándome algún dedo, así que descartado.
Salmorejo cordobés

Ingredientes
1 lkg tomates
1 diente de ajo pequeño
120 gr de pan del día o días anteriores remojado
140 ml de aceite de oliva virgen
sal al gusto

  • Cortamos los tomates un varios trozos, y los ponemos en la batidora de vaso. La típica batidora americana, si es que tenéis, si no lo trituraremos con la batidora de brazo, o sea la de toda la vida.
  • Ponemos a remojar en agua el pan, y cuando este blando lo pondremos a escurrir en un colador amplio, para que pierda el exceso de agua. Si es necesario le ayudaremos aplastándolo con una cuchara.
  • Pelamos un ajo y a la batidora también (el tamaño dependerá de la intensidad de sabor que queráis ponerle, a mi me parece que con uno pequeño es suficiente, pero si os gusta un poco más cañero y espantar a vampiros y vecinos, adelante)

  • Medimos el aceite y también se va a la batidora junto con el pan y uno poco de sal.

  • Ya tenemos todos los ingredientes, ahora solo falta poner en marcha la maquinaria y dejar que quede bien triturado y amalgamado.
  • A veces si no está bien triturado pueden quedar algunas fibras de la piel del tomate si es así, solo hará falta pasarlo por un tamiz, colador, o chino y listo. Otra opción es pelar los tomates antes de batir.

  • Lo metemos en el frigo al menos 4 o 5 horas antes de tomar, ya que debe estar bien frío, para que este realmente bueno.
  • Para acompañar se le suele poner un poco de jamón y/o huevo cocido bien picaditos, pero si os digo la verdad a mi me gusta tal cual, solo con un pequeño chorro de aceite de oliva virgen de adorno.
Tomate frito triturado

Como ya os he contado en algún otro post de este blog, el tomate frito que más triunfa en mi casa es el que hago en trozos, (aquí puedes ver la receta). Pero cuando tengo prisa o quiero hacer mucha cantidad, suelo utilizar este sistema, ya que me permite cocinarlo sin tener que pelarlo y sin necesidad de picar mucho, ninguno de los ingredientes. Luego al pasarlo por el pasapurés, queda con textura, pero sin piel y estupendo para acompañar cualquier plato.

Ingredientes
2 kg de tomates
2 cebollas
orégano, tomillo y romero (opcional) perejil
2 cta de pimentón a ser posible de la vera
sal  y pimienta
aceite

  • Lavamos bien los tomates y los cortamos en trozos grandes.
  • Hacemos lo mismo con la cebolla que pondremos a pochar con unas 5 cucharadas de aceite aproximadamente.
  • Al cabo de 5 minutos y tras haberle dado unas vueltas, añadimos el pimentón e inmediatamente el tomate. No hay que despistarse en este paso o el pimentón se quemará y luego amargará mucho.
  • Añadimos la sal, y dejamos que se cocine a fuego suave durante una hora aproximadamente, y le iremos dando vueltas de vez en cuando.
  • Ahora le podemos poner las hierbas aromáticas que más nos gusten. Si lo queréis para cualquier tipo de plato, con un poco de perejil y un poco de pimienta es suficiente. A mi como me gustan mucho los sabores de mi tierra natal, le pongo tomillo, orégano y romero, que le dan un sabor muy campestre y es fantástico para acompañar platos de pasta o carne.
  • Pasado este tiempo el tomate estará casi desecho y la cebolla blanda.
  • Lo trituramos con un pasapurés y listo. Se puede pasar por la batidora, pero la textura y el color que deja en la salsa no me gusta tanto.

  • Si tenemos mucha cantidad podemos embotarlo para que se nos conserve un poco más.
Imaginaros este tomate, sobre un arroz blanco, unos huevos fritos, un plato de macarrones, unas albóndigas..... o simplemente sobre pan, como he hecho yo nada más cocinarlo. Ñam, ñam!!

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