Mermelada de ciruelas



En verano los ciruelos se ponen como locos y dan un montón de frutos, tantos que al final uno no sabe que hacer con tantos.
Así que de repente empiezan a llegar ciruelas a casa, las que te regala la vecina, los amigos, tu suegros o el conocido que tiene frutales en su huerto.
El caso es que algunas nos las comemos pero otras muchas se quedan ahí, esperando que hagamos algo con ellas.
Podía haber hecho un bizcocho con las ciruelas que quedaban, pero eran demasiadas, y aunque me parecían pocas para hacer mermelada, al final han acabado en un bote en forma de confitura. Y digo un bote literalmente, ya que no ha salido mucho más.
Yo solo he hecho en esta ocasión medio kilo, pero os pongo la receta doble para que tengáis idea de las proporciones.
Ingredientes:
1 kg de ciruelas, yo he utilizado la mitad amarillas y la otra mitad rojas
550 gr de azúcar 
1 limón, solo el zumo

  • Lavamos bien las ciruelas y las cortamos a la mitad, sacando el pepitón.
  • Las ponemos en una cazuela con el azúcar y el zumo de limón , y las dejamos así un par de horas.

  • Pasado este tiempo encendemos el fuego y las dejamos cocer alrededor de 40 minutos hasta que tenga una consistencia no demasiado acuosa.
  • Pasamos la batidora y embotamos.
  • Recordad que para embotar debemos esterilizar los botes y sus tapas con agua hirviendo y luego los ponemos a escurrir sobre un paño bien limpio. 
  • Rellenamos los botes con la mermelada todavía bien caliente y cerramos. Luego debemos colocarlos boca abajo, y dejar así hasta que se enfríen. De esta manera se conservarán el tiempo suficiente hasta que los consumamos.
 
Nota: lo normal es que se tome la mermelada con una tostada y mantequilla, o queso de untar, o quizás con un trozo de queso fresco, que también está impresionante. Pero ¿habéis probado a tomarla con galletitas saladas? Pues si no lo habéis hecho ya es hora, no esperéis más. El contraste de la sal de la galleta y el ácido y dulce de la mermelada es indescriptible.
Otra nota: Esta receta es de una mermelada un poco ácida, porque las ciruelas amarillas tienen bastante acidez. Se puede compensar añadiéndole más azúcar, pero a mi me gusta así. Normalmente es necesaria bastante cantidad de azúcar  para que la mermelada espese bien, pero la piel de la ciruela tiene suficiente pectina y dejándolo cocer lo necesario, se consigue la textura perfecta sin añadir demasiado .

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